8 pautas para reconocer a posibles acosadores
Lo primero es identificar conductas indicativas de que nuestro
hijo está acosando a otros compañeros en el colegio o instituto. Estos rasgos
pueden ayudarte a reconocer esa tendencia:
1. Falta de empatía
2. No controla su ira
Es normal que nuestro hijo sienta rabia en ocasiones, pero dicha rabia ha de estar sometida a un cierto control y
asociada a un previo ataque de terceros. Los niños con tendencia acosadora se
enfadan con mucha facilidad, tienen una muy baja tolerancia a la frustración, son caprichosos y exigentes con los
padres y nada parece ser suficiente para ellos.
3. No reflexiona
El chico no integra adecuadamente actos y consecuencias de los
mismos, por lo que la relación entre ambos es caótica y aleatoria.
4. No tiene habilidades para
la resolución de conflictos
Carece de herramientas o habilidades para resolver el conflicto
que se presente, o en su caso, para pedir ayuda. Ante una situación
conflictiva, el niño se frustra y seguidamente entra en ira. Todo ello
desemboca en actos agresivos con sus compañeros, sin importarle las consecuencias, ya que
solo quiere expresar dicho estado emocional.
5. Baja autoestima
6. No conoce los límites
El menor hace su voluntad, tiene asimilados pocos límites en su
comportamiento y no da explicaciones a sus padres de sus actos. Esto puede
estar provocado por una ausencia de control parental que hace que el menor no
se sienta observado y crea que tiene vía libre para campar a sus anchas.
7. Llamar la atención
Muchos comportamientos de acoso responden
a la necesidad del menor de obtener la atención de sus padres. Conseguirla, aunque sea a través de
conductas agresivas con los demás, es un premio para él.
8. Manía persecutoria
El niño tiene una percepción errónea de la intencionalidad de los
otros; piensa que los demás están en su contra y que el mundo es un lugar
hostil donde la única defensa eficiente es un ataque. La agresividad, física, verbal y psicológica, constituye la piedra angular de su
interacción con un entorno que está siempre al acecho. Esperando un momento de
debilidad suya para echársele encima.
Mi hijo es acosador, ¿y
ahora qué hago?
Aunque te cueste asumirlo, no trivialices la situación ni la dejes
pasar. Tampoco culpes a otros de la conducta del niño. Los expertos recomiendan predicar con el ejemplo: si tu hijo es violento o agresivo con otras personas, no
uses tú ese tipo de comportamientos para sancionar su actitud. Eso no le ayuda
a comprender su error. Al castigo debe acompañar una adecuada comunicación con
tu hijo: muéstrale tu confianza y escúchale, ayúdale a manifestar sus frustraciones
sin agredir a otros.
Muchas veces el comportamiento del acosador se debe a la
incapacidad para asumir límites. Si ese es el caso, establece normas – siempre razonando, que entienda por qué
son necesarias- y exige su cumplimiento.
También se puede canalizar su energía en alguna actividad que le
guste: un deporte, la música… buscad cosas que le motiven para que se
centre en ellas. Intenta volcar su forma de ser hacia alguna acción positiva:
puede aprovechar su capacidad de liderazgo para implicarse en alguna causa
social, por ejemplo.
Ayúdale a desarrollar su empatía, a ponerse en el lugar de otras personas y saber cómo se
sienten. También podéis adquirir una mascota y que él se responsabilice de
cuidarla. Anímale a compartir y a ayudar, a que conozca la satisfacción de
resolver un conflicto de forma pacífica.
Habla con sus profesores y mantente informado de su evolución en el colegio. Juntos será más fácil
resolver el problema.
Ayúdale a desarrollar su empatía, a ponerse en el lugar de otras personas y saber cómo se sienten. También podéis adquirir una mascota y que él se responsabilice de cuidarla. Anímale a compartir y a ayudar, a que conozca la satisfacción de resolver un conflicto de forma pacífica.


Comentarios
Publicar un comentario